Lost mine of Phandelver: Segunda sesión

logo_reinos_olvidadosSeguimos con la partida de 5e. Tras una primera sesión de presentación, retomamos las aventuras del grupo de inexpertos aventureros. Lo primero fue terminar de rellenar los detalles de trasfondo (defectos, objetivos, etc), que en este caso prefirieron escoger del PHB. El grupo se compone de:

  • Un viejo soldado del Norte, que ha abrazado la religión de Tempus (Clérigo de nivel 1, personaje de Jorge)
  • Un sabio procedente la cosmopolita ciudad de Aguaprofunda (Warlock de nivel 1, personaje de David).
  • Un pillastre criado en las calles de Paso de Baldur (Explorador de nivel 1 de Damián)
  • Un caballero noble errante (Guerrero de nivel 1 de Esteban)

Tras cumplimentar la ficha, pasamos directamente a la acción. DSC_0280Los aventureros habían seguido el rastro de unos goblins que habían arrastrado un objeto pesado desde el lugar de la emboscada. Donde fueron emboscados había también los cuerpos de dos caballos, así que pensando que podían ser los cuerpos de los jinetes lo que arrastraron los goblins, siguieron esa pista. Así llegaron al exterior de una caverna, de la que salía un riachuelo no demasiado profundo, y tras abatir a los guardias se internaron por el túnel. Al poco de internarse en la caverna encontraron unos lobos encadenados, que tras un debate entre el warlock y el explorador, fueron perdonados pues no suponían un peligro. Tras ello, comprobaron que enviar por delante un explorador humano a oscuras no es una buena idea, por lo que tuvieron que encender una luz. El problema de esto fue que puso sobre alerta a un goblin que vigilaba en un puente que cruzaba el túnel. La consecuencia de esto fue sentir cómo temblaba el pasadizo mientras una tromba de agua se abalanzaba sobre ellos. Afortunadamente, aparte de unas magulladuras a alguno de ellos y una buena mojadura, las consecuencias no fueron terribles. Como no acabaron con los héroes,  una segunda tromba se abalanzó sobre ellos, que aparte de unas magulladuras, lo peor es ver su orgullo herido. Recuperados, volvieron al túnel llegando al fin a la parte superior, donde comprobaron que los goblins habían represado una catarata, origen de las trombas de agua, motivo por el que no les dieron tregua a los goblins de guardia. Por desgracia escapó uno, que puso en alerta a sus compañeros, que se hicieron fuertes con un rehén, un humano malherido. Para sorpresa de los jugadores, el líder goblin estaba dispuesto a parlamentar, cambiando la vida de su rehén por eliminar a un «goblin grandote» que les tenía sometidos.

Por su contra, el warlock quiso intimidar al goblin contándole que una banda de guerra de caballeros estaba a punto de entrar. Por desgracia para el, que sus compañeros estuviesen más dispuestos a retirarse y que aparentasen estar en peor estado físico que los goblins jugó en su contra. La tirada fue en desventaja y no al consiguió, por lo que tras discutir entre ellos el porqué no se apoyaron en ese intento de «diplomacia», fueron a por el «gran goblin grandote».

El goblin en cuestión era todo un hobgoblin (o gran trasgo), que estaba parapetado en una caverna junto con dos lacayos y un lobo. Aunque hubo momentos en que la cosa se puso tensa, el combate se decidió al final por el bando de los aventureros. Tras derrotar al hobgoblin, y entregar su cabeza, consiguieron rescatar al rehén, con el que iniciaron el camino de vuelta a Phandalin.